Las ideas de Edgar Morin hicieron sacudir mi propio pensamiento... al definir en un inicio lo que es educación y formación aclararon mucho más el papel que juego en esta sociedad como docente, pues a la par de nuestro error al manejar aquellos conceptos como sinónimos daba por hecho que, gracias a mi formación académica, contaba con un conocimiento implícito (claro) de lo que implica mi función, ahora se que más que formadora soy educadora, porque la escuela educa al igual que la familia (por aquello de que "en la familia se educa y en la escuela se forma"). A partir de esto surgen interrogantes en mi de si el profesor, maestro y docente cumplen la misma función que un educador o tienen connotaciones distintas y equivocadamente las utilizamos como equivalencia.
La coincidencia que encuentro con este autor y lo he externado con compañeros maestros es, que el pensamiento complejo no es aquel que resuelve únicamente problemas (porque esa es la idea que escucho curso tras curso: si resuelves problemas complejos tienes pensamiento complejo), el pensamiento complejo es aquel que interroga hechos y los explica desde varias dimensiones. Al contar con una preparación en Educación Preescolar, considero a este espacio privilegiado en la estimulaciòn de este tipo de pensamiento, por qué lo digo, recordando mis prácticas y planeaciones, tomaba como eje una situación didáctica (un hecho o situación a manera de interrogante) para favorecer en los niños diversas competencias (en aquel momento) pertenecientes a diversos campos de conocimientos (lenguaje y comunicación, pensamiento matemático, desarrollo personal y social, etc.) y de ahí se entretegia una diversidad de situaciones, como menciona Morìn, que permitían dejar ver como se interrelacionaba el conocimiento de diversas disciplinas para explicar un solo hecho.
Recuerdo un proyecto sobre las cochinillas (tema de interés), los niños mediante diversas actividades de observación, investigación, experimentación... comprendieron desde la reproducción de las cochinillas, su estructura física, su función en el medio ambiente, cómo sirvieron a las culturas prehispánicas (un tipo de ellas) para realizar creaciones artísticas, qué impacto tiene la forma de vida del hombre en ellas... estas pequeñas acciones adecuadas a la edad de los niños para ir sentando las bases de este pensamiento complejo.
Esto lo recuerdo con tanta nostalgia, porque mi experiencia ahora en Primaria (desde que he egrese) han ido coartando esta forma de trabajo, considero a este Nivel regido por la premisa de "entre más conocimiento aprenda el niño, se está logrando la "educación" y claro, tiene un buen maestro. Porque es lo que se nos pide y revisa con y a pesar de cualquier Reforma que se este llevando a cabo, muy atinadamente dice Morin de nada sirven reformas si no se reforma antes el pensamiento; de quiènes, de los propios maestros, de quienes "vigilan" que haya una educación de calidad, etc. Pues de nada sirve "tener llena la cabeza de conocimientos" si no se utilizan para comprender lo que sucede a nuestro alrededor; si no se da rienda suelta a hablar de lo que les interesa a los niños y motivados entrelace todo lo que tenga que ver con un hecho. Por el contrario, se separa el conocimiento en "materias" con contenidos bien definidos en programas que aunque con alguna relación, no han cabida para hacerlo práctico, porque hay que ir conforme a los lineamientos y bloque a bloque... sin la oportunidad de estimular verdaderamente el pensamiento.
Sin embargo, tenemos esa tarea asignada "desarrollar el pensamiento complejo" en nuestros estudiantes como parte de una competencia para la vida, lograr sean mejores ciudadanos que se perciban como una totalidad en la que todo está entrelazado, donde cada parte influye en la otra y es influida por las demás (individuos, problemas, fenómenos, políticas, acciones...).
Lo que todo maestro necesita para consolidar la Reforma Educativa.
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